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Senda Costa Naviega

Senda Costa Naviega

Caminar por la Senda Costa Naviega es descubrir uno de los paisajes más espectaculares y mágicos de la costa asturiana.

A pie de acantilados rocosos donde las olas rompen su fuerza y te despierta el rocío del amanecer. Verdes praderas contrastan con el azul del mar, mientras la arena de las playas se deja acariciar.

No tengas prisa por recorrerla, avanza despacio, deleitándote con la suave brisa y el olor del mar y admirando la Naturaleza en su estado más puro.

Su perfil litoral, agreste, quebrado y permanentemente acosado por las mareas, se abre de cuando en cuando hacía las hermosas playas de Barayo, La Loera, Frejulfe, Fabal, Coedo, El Moro y Navia, que buscan su espacio natural entre los salientes que apuntan al Norte, algunas de las cuales conservan restos arqueológicos de la cultura castreña: como los castros del Castiel, el Castrillón y el Castro de Vigo.

En bicicleta ó a pie, recorrer la Senda Costa Naviega se convertirá en una experiencia mágica e inolvidable.

La Senda Costa Naviega es lineal, va desde el Bao hasta Navia. Tiene aproximadamente 20 kilómetros.

En parte se han aprovechado los antiguos caminos de pescadores, como también la red de pistas agrícolas. La senda tiene tramos de tierra batida y un metro máximo de anchura. Se han construido varios puentes de madera para salvar los numerosos riachuelos, así como vallas protectoras que garantizan la seguridad en los lugares más conflictivos.

La ruta se puede hacer por tramos, concretamente en tres tramos, para que la disfrutes plenamente y puedas disfrutar de las playas y los pueblos que te vas a encontrar  por el camino.

PRIMER TRAMO: Del Bao a Puerto de Vega.

SEGUNDO TRAMO: De Puerto de Vega a la playa de Frejulfe.

TERCER TRAMO: De la playa de Frejulfe a Navia.

El primer tramo (Bao - Puerto de vega) es la parte "distinta" de la ruta que, ademas de la inmersión en un bosque de ribera formado en el fondo del encajado valle labrado por el río Barayo es, sobre todo, el lugar donde podemos poner a prueba nuestros sentidos más adormecidos... oímos el rumor del agua, el susurro del aire en la copa de los árboles o el canto de los pájaros, olemos la tierra mojada, el aroma del pino o del brezo...

En su corto recorrido -12 km.- el río transcurre por un angosto valle encajado entre escarpadas laderas hasta que, en el último tramo de su recorrido, el río forma una amplia vega fluvial con algunas zonas cenagosas. Fresnos, arces, castaños, robles, abedules, avellanos y otras especies forman parte de la cubierta vegetal, entrelazando sus copas, en ocasiones, sobre el cauce del río, originando un hermoso bosque galería.

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